28 enero 2021

La colección de relojes del Senado (III)

    En otra de las salas del Senado, la sala Mañanós, nos encontramos con dos relojes de sobremesa francés de estilo Napoleón III realizados en mármol negro. Dichos relojes estuvieron ubicados en salas de Secciones, pero durante la etapa del Consejo Nacional se colocaron en esta sala donde continúan a día de hoy, si bien sin los candelabros que forman conjunto con los relojes, ya que estos se colocaron en la biblioteca.

    El que está firmado por P. R. Moreau, está decorado con una figura de bronce que representa a Erato, musa de la poesía, principalmente la de temática amorosa. Aparece sentada en una silla leyendo un libro y con una lira detrás de ella, instrumento con el cual se la suele representar.


Reloj de mármol negro con la figura de la musa Erato.

    El otro reloj tiene la firma Vauvray F.res, alusiva a la Maison Vauvray Frères, una empresa fabricante de artículos de arte de bronce y mobiliario de París de la segunda mitad del siglo XIX. El reloj está decorado con una representación en bronce del episodio mitológico de Leda y el Cisne. Según la mitología griega, Zeus transformado en cisne descendió del Olimpo para seducir a Leda, esposa del rey Tíndaro de Esparta, que más tarde daría a luz a dos parejas de niños: Pólux y Helena (hijos con Zeus), y Cástor y Clitemnestra (hijos con Tíndaro). Este episodio ha sido ampliamente representado, especialmente a partir del siglo XVI, llegándose a representar el nacimiento de las parejas de niños saliendo cada una de ellas de un huevo. Los candelabros que completan el conjunto muestran las figuras de amorcillos junto con un cisne y un águila, animales en los que según la mitología griega se transformaría Zeus para lograr sus propósitos amorosos.


Reloj con la representación de Leda y el cisne.

    En lo que hoy es el despacho del Secretario 1º y antiguamente fue el despacho de Sres. Ministros, encontramos otro dos relojes. Uno de bronce dorado con elementos neogóticos y sin ninguna representación figurativa junto con dos candelabros; y otro sobre la chimenea.


Reloj del s. XIX con elementos neogóticos.

   Éste último sería adquirido en 1890, año en que se reformó por completo el despacho, sustituyéndose la chimenea de mármol por la actual de nogal. El reloj tiene en la parte superior una representación, también de temática mitológica con las figuras de Dido, sentada sobre una piel de león, y Cupido, transformado en Ascanio, sentado en su regazo y ocultando tras de sí en la mano una flecha.


Reloj de chimenea con la imagen de Dido.

Detalle de la esfera del reloj.

    Virgilio en el Libro IV de la Eneida relata los sucesos ocurridos tras la llegada del héroe troyano Eneas a Cartago, ciudad fundada según la mitología por Elisa de Tiro o Dido, su primera reina. Con el fin de que Dido acoja a Eneas y se enamore de él, Venus (madre de Eneas) envía a otro de sus hijos, Cupido, para cumplir esta misión. Éste transformado en Ascanio, hijo de Eneas, se acerca a Dido y lleva a cabo su objetivo (momento representado en el reloj). Por su parte, Eneas también se enamorará de Dido tras los ardides de Venus y la diosa Juno, por lo que, al enterarse Júpiter, Mercurio será enviado para recordar a Eneas su propósito de viajar al Lacio y fundar un nuevo pueblo. Tras verse abandonada, Dido arrojará las pertenencias de Eneas a una pira y se clavará una espada antes de arrojarse al fuego.


Detalle de la escultura de Dido y Ascanio (Cupido).

    Los jarrones a modo de ánforas romanas presentan una profusa decoración alusiva al dios Baco, con vides y un relieve central en el que se puede ver diversos putti danzando en lo que parece ser una representación de una ceremonia dionisiaca. Los jarrones se rematan con la figura de un amorcillo que porta en sus manos una paloma, símbolo de Venus.


Detalle de uno de los jarrones.

    Para terminar con los relojes de sobremesa más destacados dentro de la colección de relojes del Senado, cabe mencionar otros dos conjuntos de reloj y candelabros que se encuentran en salas que antiguamente fueron de Secciones y que hoy son el despacho de Secretaría 4ª y la Sala de Tapices[1].

    El que se encuentra en el despacho de Secretaría 4ª, es un reloj de sobremesa decorado con dos figuras de bulto redondo de dos putti recostados, que portan un nido (el de la izquierda) y una paloma (el de la derecha), simbología nuevamente de la diosa Venus.


Reloj de bronce y mármol blanco.


    El de la Sala de Tapices es un reloj de sobremesa francés de estilo Napoleón III, ubicado en esta sala a partir de 1917, ya que hasta dicho año se encontraba en el gabinete particular del presidente; año en el que fue reformado por completo como se comentó en La colección de relojes del Senado (II).


Conjunto del reloj con los dos candelabros.

    La caja del reloj tiene dos putti que sostienen guirnaldas florales y sobre la esfera se representa la figura de Himeneo que, además de la guirnalda de flores, porta a su vez una antorcha. Según la mitología griega a Himeneo, dios de las ceremonias matrimoniales y hermano de Cupido por parte de madre, se le representa con una antorcha y aunque es más común verlo en la figura de un joven, a veces también ha sido representado con alas como es este caso.


Reloj rematado con la figura de Himeneo.

    El conjunto de candelabros que acompañan al reloj es de los más bellos que posee el Senado. Cada uno está formado por un amorcillo en movimiento que porta un tallo, que en su parte superior se ramifica para dar lugar a los soportes de las velas. Por su gran belleza, estos candelabros suelen ser utilizados para adornar la mesa imperial en los almuerzos de gala que en ocasiones el presidente de la Cámara ofrece a altas autoridades extranjeras en el Salón de Conferencias.


Uno de los dos candelabros del conjunto.

    Para finalizar, faltaría por ver otro reloj destacado que no es de sobremesa sino de pie, el único que conserva el Senado de los dos que tuvo. El primero, como se vio en La colección de relojes del Senado (I), fue el que estuvo en el Salón de Sesiones hasta el comienzo de la Restauración y después pasaría durante varios años al despacho del Oficial Mayor. El segundo, que es el que se conserva, fue adquirido en los años 80 del siglo XIX y la mayor parte del tiempo estuvo ubicado en el despacho de Secretaría. Durante la etapa del Consejo Nacional se colocó en la Sala de la Comisión Permanente, hoy Sala Mañanós, y ahí estuvo también durante bastante tiempo en época reciente, hasta que se reubicó en el lugar donde se puede ver ahora: la sala de Comunidades Autónomas, en la parte de la sala que fue el antiguo escritorio de la izquierda del Salón de Conferencias.

    Se trata de un reloj de pie de estilo inglés con caja alta de caoba rectangular, comúnmente conocido como longcase o grandfather. La maquinaria es Morez con escape a péndulo y pesas, lo que hace que la caja del reloj sea mucho más voluminosa que en los relojes de sobremesa, cuya maquinaria París permite una distribución más compacta de los trenes de movimiento y sonería. La esfera está rodeada por una pieza de latón que presenta un relieve con una escena de temática religiosa.


Reloj abuelo de pesas.


Detalle de la esfera y la representación religiosa.

27 enero 2021

La colección de relojes del Senado (II)

    Para el mantenimiento y supervisión de los relojes el Senado contó siempre con la labor de estimables relojeros. El primero del que se tiene constancia es don Francisco Yebra García, nombrado relojero del Senado el 1 de abril de 1842 y del que todavía se conserva un reloj redondo de pared. Gracias a una carta suya dirigida a la Comisión de Administración Económica el 30 de noviembre de 1859, tenemos constancia del aumento que estaba empezando a haber en la colección de relojes. Se quejaba de que debido a este aumento de relojes en la Cámara, y a que tenía que «asistir diariamente en la temporada de sesiones», era insuficiente el salario que percibía de 41 reales y 22 maravedís mensuales. Atendiendo a su petición de aumento, la Comisión acordó otorgarle 50 reales al mes.

    La misma queja trasladaría a la Comisión de Gobierno Interior años después, la siguiente casa relojera que se hizo cargo del mantenimiento y asistencia de los relojes: la relojería de Fanjul y González, situada en la calle del Carmen número 10 de Madrid. En 1876 y por el mismo motivo, «una insignificante retribución» y «un aumento muy considerable» del número de relojes, pedían que se les tuviese en cuenta las circunstancias y se les pagase en concordancia con el servicio prestado y con lo que cobraban otros relojeros compañeros suyos en los Ministerios o en el Congreso de los Diputados.

    Tras ellos, a finales del siglo XIX y principios del XX, sería la conocida casa Girod, ubicada en la calle Postas, números 25 y 27, de Madrid a la que se encargaría la reparación y mantenimiento de los relojes, así como la compra de otros nuevos, como la tenida lugar el 18 enero de 1896 cuando la Comisión de Gobierno Interior aprobó la compra de diez relojes eléctricos por un valor de 1780,90 pesetas.

    A partir de las cartas de los relojeros anteriormente comentadas y de los inventarios existentes en el Archivo del Senado se puede inferir que es entre los años 1858 y 1876 cuando se produce ese aumento considerable del número de relojes. Así, por ejemplo, el Senado pasa de tener ocho relojes en 1857 a un total de 22 en 1879, 28 en 1887, 29 en 1895, 34 entre 1902 y 1916, 33 en 1917 y 37 en 1923. Entre estos dos últimos años, había además dos relojes de sereno para el servicio de ronda.

    De los relojes adquiridos durante todos esos años, la gran mayoría son relojes de pared destinados para los diferentes despachos o salas como la del buffet, la enfermería, el salón de la prensa o la portería entre otras. Así, por ejemplo, para el Salón de Conferencias, construido en 1877, se encargaron en París un barómetro y un reloj al óptico Ducray-Chevallier, siendo el relojero Paul Garnier quien haría la maquinaria del reloj. Se colocarían ambos sobre cada una de las dos entradas al Salón. El reloj no duraría mucho, ya que sería vendido en marzo de 1895 y sustituido al año siguiente por uno de los relojes eléctricos de la casa Girod comentados anteriormente. En la actualidad en vez de la pareja barómetro – reloj, hay sobre las puertas una pareja de relojes redondos idénticos de tipo ojo de buey.


El Salón de Conferencias del Senado en marzo de 1904, Asterio Mañanós.
Puede verse sobre la puerta el reloj de pared de la casa Girod.

    No obstante, se puede observar la adquisición de una importante colección de relojes de sobremesa franceses, prácticamente todos con decoración figurativa, muy especialmente de temas mitológicos.

    En los despachos de Presidencia encontramos dos relojes sobre las chimeneas de mármol que hay en dos de las tres estancias. En el despacho central puede verse un conjunto de reloj y dos candelabros de la manufactura de Sèvres del siglo XIX. El reloj es de los más originales que se conservan en la colección del Senado por la colocación horizontal de la esfera. Este tipo de relojes tournant tuvieron un considerable éxito entre las clases altas de la sociedad durante los siglos XVIII y XIX.


Reloj de la manufactura de Sèvres de la segunda mitad del s. XIX.

    El reloj, a modo de jarrón de porcelana de Sèvres, está decorado con una pintura alusiva al rapto de Europa. Según relata Ovidio en el Libro II de Las Metamorfosis, Zeus enamorado de esta princesa fenicia se transformó en un toro blanco para así poderse acercar a ella. Europa al presentir que se trataba de un toro manso lo acarició y se subió a su lomo, momento que aprovechó Zeus para raptarla y llevársela subida a él hasta la isla de Creta donde tendrían tres hijos: el rey Minos, Radamantis y Sarpedón. En la decoración se puede ver a Europa recostada en los lomos del toro blanco (Zeus) sobre las aguas del mar y rodeados de deidades marinas. Sobre la pareja vuelan tres putti que con arcos y flechas simbolizan el amor que surgirá entre ambos cuando lleguen a la isla de Creta. En la base del jarrón y a los lados del mismo hay dos figuras femeninas alegóricas a la geografía y a la historia.


Detalle del reloj.

    Acompañando al reloj hay un conjunto de dos candelabros rematados con diversos tallos vegetales de bronce dorado. Sobre los mismos aparecen sendas figuras de amorcillos sentados, coronados con hojas de vid y portando racimos de uvas. La parte central de los jarrones, al igual que la del reloj, está decorada con escenas de la mitología grecorromana, aunque en este caso se trata de alusiones al nacimiento de Afrodita (a partir de la espuma del mar) y del aseo de Venus, donde aparece representada con una paloma (símbolo de esta diosa) en su mano izquierda.


Candelabro con representación del nacimiento de Venus.


Candelabro con representación del aseo de Venus.

    En otro de los despachos de la Presidencia, el que era el gabinete particular del presidente del Senado, nos encontramos con otro reloj sobre la chimenea. Está firmado por Antonio Herraiz, fundador de la empresa Herraiz y Compañía, Muebles y Bronces de Arte que prestó sus servicios de decoración a miembros de la aristocracia e instituciones como el Senado. Ejemplo de ello es la decoración del gabinete particular del presidente de la Cámara, reformado por completo en 1917 y amueblado por la empresa de Herraiz. Dentro de la ornamentación que se pensó para la sala estaba este conjunto de reloj y candelabros de bronce.


Reloj firmado por A. Herraiz.

    La parte superior del reloj está decorada con dos figuras femeninas de bronce, una de las cuales es una alegoría de la justicia, por la balanza que tiene en su mano. Los candelabros, de decoración más clásica, muestran la figura de un Cupido que observa a la figura del otro candelabro, la cual parece taparse de la visión de éste.


Detalle de la alegoría a la justicia.

    En el tercero de los despachos de Presidencia (el antedespacho) siempre lució un conjunto de reloj y candelabros con la figura del dios Neptuno sobre la chimenea que había en la sala, pero en 1946 se suprimió dicha chimenea y se abrió, en la pared en la que se encontraba, una puerta que comunicaría con el despacho del Secretario Primero del Consejo Nacional, hoy despacho de Vicepresidencia 1ª, que fue reformado por completo en aquel año. Por este motivo, el reloj dejó de estar en los despachos de Presidencia y pasó a estar en este otro.

    El reloj destaca por la gran figura de Neptuno que hay en la parte superior. El dios va montado en un carro tirado por dos hipocampos, animales marinos mitológicos con la forma de caballo y pez. Los candelabros con forma de jarrón no presentan ninguna decoración figurativa más allá de las cabezas de carneros que adornan la parte central de los mismos.


Reloj con la figura del dios Neptuno.

25 enero 2021

La colección de relojes del Senado (I)

    Entre el amplio y variado patrimonio histórico-artístico que posee el Senado se encuentra una colección de 35 relojes de muy diverso tipo que la Cámara Alta ha ido adquiriendo a lo largo de su historia.

    El establecimiento en 1835 del Estamento de Próceres del Reino, creado con el Estatuto Real de 1834, en el antiguo convento agustino de doña María de Aragón ocasionó que durante décadas el que sería Palacio del Senado a partir de 1837 fuese acondicionándose poco a poco para poder cumplir sus funciones y satisfacer sus necesidades parlamentarias. Una de las labores fundamentales que llevaron a cabo las diferentes comisiones de administración económica y de gobierno interior que realizaron su trabajo en las sucesivas legislaturas fue la de ornamentar el Palacio. A tal fin, ya desde los comienzos de la historia de la Cámara Alta empezaron a adquirir relojes que no solo cumpliesen su función, sino que también embelleciesen las salas en las que se instalaban.

    Durante las primeras décadas de existencia de la Alta Cámara no fueron muchos los relojes que hubo, aunque sí pueden destacarse algunos de ellos. En los inventarios realizados entre 1836 y 1857 puede verse la presencia de un reloj de China con fanal de cristal en el despacho de los Sres. Secretarios y a partir del inventario de 1844 en el despacho del presidente del Senado. También, se observa la existencia de un reloj con un grupo de dogos de bronce en la Sala de Conferencias, un reloj de piedra con un grupo de bronce representando la figura de un león devorando a un toro, que pertenecía al secuestro hecho sobre los bienes del Infante don Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza[1] y que se colocó en el despacho de los Sres. Secretarios; y un reloj de péndola con caja de caoba en el Salón de Sesiones, el cual puede verse en la pintura de José Castelaro y Perea Isabel II jurando la Constitución. Ninguno de estos relojes comentados se encuentra ya entre la colección que posee el Senado.


Isabel II jurando la Constitución de José Castelaro.
Museo de Historia de Madrid.

    El que sí sigue a día de hoy es el reloj con la figura de un león de bronce dorado que desde 1835 posee la Cámara. La figura del león desde la Antigüedad ha estado siempre asociada a la autoridad, el poder, la fiereza. En el caso particular de España, además, siempre ha estado muy ligada a la Monarquía, llegándose incluso a representar ésta de manera alusiva con la figura de un león.


Reloj con león de bronce dorado. Senado.

    El reloj desde que se adquirió en la época del Estamento de Próceres y durante varias décadas estuvo ubicado en el Salón de Sesiones, tal y como reflejan los inventarios y se puede comprobar también su presencia en el cuadro de La coronación de Quintana pintado por Luis López y Piquer, donde se ve en una de las puertas de entrada al Salón, justo en la opuesta a donde estaba el reloj de péndola mencionado anteriormente. El reloj es fácilmente identificable en los inventarios por la descripción de la figura del león, por eso extraña su ausencia entre los bienes que tenía el Senado en el inventario de 1879[2]. Vuelve a mencionarse en el siguiente inventario, el de 1887, figurando en la sala de la Sección 4ª y descrito de la siguiente manera: «reloj de mármol negro con un león dorado». También extraña la descripción del material de la caja como mármol negro cuando ésta es metálica y lacada en negro. Esto hace pensar que o bien cometieron un error a la hora de consignar el dato en el inventario o bien por la circunstancia que fuese la figura del león fue separada de la caja original y puesta sobre un reloj de mármol negro. Puede ser que el reloj original se llevase a reparar (de ahí que no figure en el inventario de 1879) o que incluso se hiciese uno nuevo semejante al anterior y se pusiese otra vez el león en el reloj, puesto que en el inventario de 1895 reaparece el reloj como «reloj de bronce y hierro con la figura de un león». Sea como fuere, bien por falta de detalle o error en los inventarios de 1879 y 1887 o bien por las hipótesis comentadas, el reloj con caja metálica y león de bronce figurará en la Sala de recibo de los Sres. Senadores desde el inventario de 1895 y hasta el último de 1923. En la actualidad se encuentra colocado junto al cuadro de La coronación de Quintana en la galería de Presidencia baja.

    Desde esta colocación se puede comparar con el pintado en el cuadro. Observando la pintura detenidamente y de forma minuciosa pueden verse varios detalles que pueden resolver estas incertidumbres. En primer lugar, la esfera del reloj que se ve en el lienzo de Luis López, salvando la licencia del pintor escribiendo en ella el año de la solemne ceremonia de la coronación (1855), es completamente diferente. En el cuadro, se puede apreciar cómo en la esfera, junto a la numeración romana de las horas, aparecen los meses del año de forma correlativa con éstas: I – Enero, II – Febrero,…, XII – Diciembre; algo que no sucede en la esfera actual. Esta diferencia, más otras como el tipo de aguja, Breguet en el reloj actual y tipo hoja en la pintura; o las dos bocallaves para dar cuerda al reloj presentes en la esfera de ahora, pero no en la del cuadro, llevan a la conclusión de que el reloj no es el mismo.


Reloj del león en el cuadro La Coronación de Quintana.

    En lo relativo a la caja, aunque a simple vista pueden parecer iguales, también se observan algunas diferencias. Las molduras doradas de la caja de la pintura son más redondeadas y sencillas que las que tiene la caja actualmente. También el color, de un negro más intenso, lo diferencia de la pintura, así como la proporción del tamaño entre la esfera y la caja, puesto que la esfera de la pintura en comparación con la caja es más grande que en el reloj actual.

    La posibilidad de que pueda haber un error en los inventarios de 1879 y 1887 es poco plausible, teniendo en cuenta la revisión que posteriormente se hacía de cada uno de ellos. Una vez hecho el inventario, se reunían un vocal de la Comisión de Gobierno Interior, uno de la Subcomisión de Ornamentación e Inventarios, el Oficial Mayor, el Oficial 1º de la Secretaría encargado del Negociado de Contabilidad y el Portero Mayor, con el fin de comprobar la exactitud de todos los bienes consignados en el inventario.

    Por todo ello y en vista de las hipótesis planteadas tras el estudio de los inventarios, parece ser que lo más probable es que a finales de los años 80 o principios de los 90 del siglo XIX se realizase un nuevo reloj, similar al que había tenido la Cámara Alta desde la época del Estamento de Próceres y al que se acopló la figura del león de bronce dorado de éste último.



[1] Sobre el secuestro de los bienes del Infante don Sebastián se ha tratado anteriormente en otro artículo: Las lámparas del Antiguo Salón de Sesiones(I): el secuestro de los bienes del Infante don Sebastián.

[2] Está realizado por el Portero Mayor Conserje jubilado don Francisco José de la Gándara y el Conserje interino en sustitución del primero, don Faustino Sánchez. De todos los inventarios realizados, el de 1879 es el más somero y el que menos detalle recoge.