Entre el amplio y variado
patrimonio histórico-artístico que posee el Senado se encuentra una colección
de 35 relojes de muy diverso tipo que la Cámara Alta ha ido adquiriendo a lo
largo de su historia.
El establecimiento en
1835 del Estamento de Próceres del Reino, creado con el Estatuto Real de 1834,
en el antiguo convento agustino de doña María de Aragón ocasionó que durante
décadas el que sería Palacio del Senado a partir de 1837 fuese acondicionándose
poco a poco para poder cumplir sus funciones y satisfacer sus necesidades
parlamentarias. Una de las labores fundamentales que llevaron a cabo las
diferentes comisiones de administración económica y de gobierno interior que
realizaron su trabajo en las sucesivas legislaturas fue la de ornamentar el
Palacio. A tal fin, ya desde los comienzos de la historia de la Cámara Alta
empezaron a adquirir relojes que no solo cumpliesen su función, sino que
también embelleciesen las salas en las que se instalaban.
Durante las primeras
décadas de existencia de la Alta Cámara no fueron muchos los relojes que hubo,
aunque sí pueden destacarse algunos de ellos. En los inventarios realizados
entre 1836 y 1857 puede verse la presencia de un reloj de China con fanal de
cristal en el despacho de los Sres. Secretarios y a partir del inventario de
1844 en el despacho del presidente del Senado. También, se observa la
existencia de un reloj con un grupo de dogos de bronce en la Sala de
Conferencias, un reloj de piedra con un grupo de bronce representando la figura
de un león devorando a un toro, que pertenecía al secuestro hecho sobre los
bienes del Infante don Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza[1] y que se colocó en el
despacho de los Sres. Secretarios; y un reloj de péndola con caja de caoba en
el Salón de Sesiones, el cual puede verse en la pintura de José Castelaro y
Perea Isabel II jurando la Constitución.
Ninguno de estos relojes comentados se encuentra ya entre la colección que
posee el Senado.
Isabel II jurando la Constitución de José Castelaro. Museo de Historia de Madrid. |
El que sí sigue a día de
hoy es el reloj con la figura de un león de bronce dorado que desde 1835 posee
la Cámara. La figura del león desde la Antigüedad ha estado siempre
asociada a la autoridad, el poder, la fiereza. En el caso particular de España,
además, siempre ha estado muy ligada a la Monarquía, llegándose
incluso a representar ésta de manera alusiva con la figura de un león.
Reloj con león de bronce dorado. Senado. |
El reloj desde que se
adquirió en la época del Estamento de Próceres y durante varias décadas estuvo
ubicado en el Salón de Sesiones, tal y como reflejan los inventarios y se puede
comprobar también su presencia en el cuadro de La coronación de Quintana pintado por Luis López y Piquer, donde se
ve en una de las puertas de entrada al Salón, justo en la opuesta a donde
estaba el reloj de péndola mencionado anteriormente. El reloj es fácilmente
identificable en los inventarios por la descripción de la figura del león, por
eso extraña su ausencia entre los bienes que tenía el Senado en el inventario
de 1879[2]. Vuelve a mencionarse en
el siguiente inventario, el de 1887, figurando en la sala de la Sección 4ª y
descrito de la siguiente manera: «reloj de mármol negro con un león dorado».
También extraña la descripción del material de la caja como mármol negro cuando
ésta es metálica y lacada en negro. Esto hace pensar que o bien cometieron un
error a la hora de consignar el dato en el inventario o bien por la
circunstancia que fuese la figura del león fue separada de la caja original y
puesta sobre un reloj de mármol negro. Puede ser que el reloj original se llevase
a reparar (de ahí que no figure en el inventario de 1879) o que incluso se
hiciese uno nuevo semejante al anterior y se pusiese otra vez el león en el
reloj, puesto que en el inventario de 1895 reaparece el reloj como «reloj de
bronce y hierro con la figura de un león». Sea como fuere, bien por falta de
detalle o error en los inventarios de 1879 y 1887 o bien por las hipótesis
comentadas, el reloj con caja metálica y león de bronce figurará en la Sala de
recibo de los Sres. Senadores desde el inventario de 1895 y hasta el último de
1923. En la actualidad se encuentra colocado junto al cuadro de La coronación de Quintana en la galería
de Presidencia baja.
Desde esta colocación se
puede comparar con el pintado en el cuadro. Observando la pintura detenidamente
y de forma minuciosa pueden verse varios detalles que pueden resolver estas
incertidumbres. En primer lugar, la esfera del reloj que se ve en el lienzo de
Luis López, salvando la licencia del pintor escribiendo en ella el año de la
solemne ceremonia de la coronación (1855), es completamente diferente. En el
cuadro, se puede apreciar cómo en la esfera, junto a la numeración romana de
las horas, aparecen los meses del año de forma correlativa con éstas: I –
Enero, II – Febrero,…, XII – Diciembre; algo que no sucede en la esfera actual.
Esta diferencia, más otras como el tipo de aguja, Breguet en el reloj actual y tipo hoja en la pintura; o las dos
bocallaves para dar cuerda al reloj presentes en la esfera de ahora, pero no en
la del cuadro, llevan a la conclusión de que el reloj no es el mismo.
Reloj del león en el cuadro La Coronación de Quintana. |
En lo relativo a la caja,
aunque a simple vista pueden parecer iguales, también se observan algunas
diferencias. Las molduras doradas de la caja de la pintura son más redondeadas
y sencillas que las que tiene la caja actualmente. También el color, de un
negro más intenso, lo diferencia de la pintura, así como la proporción del
tamaño entre la esfera y la caja, puesto que la esfera de la pintura en
comparación con la caja es más grande que en el reloj actual.
La posibilidad de que
pueda haber un error en los inventarios de 1879 y 1887 es poco plausible,
teniendo en cuenta la revisión que posteriormente se hacía de cada uno de
ellos. Una vez hecho el inventario, se reunían un vocal de la Comisión de
Gobierno Interior, uno de la Subcomisión de Ornamentación e Inventarios, el Oficial
Mayor, el Oficial 1º de la Secretaría encargado del Negociado de Contabilidad y
el Portero Mayor, con el fin de comprobar la exactitud de todos los bienes
consignados en el inventario.
Por todo ello y en vista
de las hipótesis planteadas tras el estudio de los inventarios, parece ser que
lo más probable es que a finales de los años 80 o principios de los 90 del siglo XIX se realizase
un nuevo reloj, similar al que había tenido la Cámara Alta desde la época del
Estamento de Próceres y al que se acopló la figura del león de bronce dorado de
éste último.
[1]
Sobre el secuestro de los
bienes del Infante don Sebastián se ha tratado anteriormente en otro artículo: Las lámparas del Antiguo Salón de Sesiones(I): el secuestro de los bienes del Infante don Sebastián.
[2]
Está realizado por el Portero
Mayor Conserje jubilado don Francisco José de la Gándara y el Conserje interino
en sustitución del primero, don Faustino Sánchez. De todos los inventarios
realizados, el de 1879 es el más somero y el que menos detalle recoge.
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