Se ha visto
en una anterior entrada, Las lámparas del Antiguo Salón de Sesiones (I): el secuestro de los bienes del Infante don Sebastián, qué lámparas habían estado alumbrando el Salón de Sesiones
del Palacio del Senado durante algo más de dos décadas. La devolución al
Infante don Sebastián de sus bienes implicó deshacerse de las lámparas y buscar
otras nuevas. Con esto se aprovechó la ocasión para cambiar el tipo de
alumbrado, pasando a uno de gas.
Según el
inventario realizado el 6 de junio de 1879, en el Salón se colocaría «una
lucerna de gas y ocho brazos», siendo sustituida posteriormente (inventario del
22 de diciembre de 1887) por «una araña grande para gas, de bronce dorada, con
sesenta brazos y sus correspondientes tubos y bombas» y «ocho aparatos para gas
con ocho brazos cada uno y sus tubos y bombas correspondientes».
Sesión Regia en el Senado, 1 de junio de 1879. La ilustración española y americana, 8 de junio de 1879, p. 9. |
Durante la década de los 80 del siglo XIX, el Senado se afanó por introducir una instalación eléctrica y sustituir así su alumbrado de gas por otro más eficiente y seguro como es el eléctrico. Tras la primera prueba realizada en 1882 por la Sociedad denominada «Telefonía, Fuerza y Luz Eléctrica», Compañía General de Electricidad, el Senado adjudicó en 1883 a la Sociedad Matritense de Electricidad la obra para introducir el alumbrado eléctrico en todo el Palacio, lo cual hizo mediante máquinas de vapor y dinamos de Gramme. No será hasta 1891 cuando finalmente este alumbrado eléctrico del Palacio esté conectado a la red.
Con este cambio de alumbrado se produce, evidentemente,
el cambio de lámparas y la reconversión de otras. Así, en el inventario del 31
de mayo de 1895 se puede observar que hay «ocho aparatos de metal dorado de
ocho luces cada uno para gas, y utilizados ahora para la luz eléctrica con
bombas de cristal raspado» y «tres bombas grandes de cristal con sus
correspondientes aparatos de luz eléctrica en el centro del techo del Salón».
Esta será ya la configuración que se repita en todos los inventarios
posteriores: 18 de diciembre de 1902, 1903, 1 de diciembre de 1906, 1916, 1917
y 28 de noviembre de 1923.
Salón de Sesiones del Senado, 8 de enero de 1913. Mundo Gráfico, p. 18. |
Es interesante señalar qué ocurrió con la araña para gas
de grandes dimensiones que había en 1887 y que se quitó al introducir definitivamente
el alumbrado eléctrico, porque fue donada ni más ni menos que a la Catedral de
Santiago de Compostela en 1895. Efectivamente, según el acta de la sesión de la
Comisión de Gobierno Interior celebrada el 15 de enero de 1895 se acordó en su
punto 2º «Que se ceda á la Catedral de Santiago de Compostela la araña que en
otro tiempo estuvo colocada en el Salón de Sesiones». La comisión en dicha
sesión estuvo presidida por el que a la sazón era presidente del Senado, don
Eugenio Montero Ríos. De él parte el deseo de ceder dicha lámpara a la Catedral
de su ciudad natal. Esta gran lámpara de gas (ahora eléctrica), de bronce, con
sesenta brazos se colocó inicialmente en la nave central cerca del altar, pero tras
un cambio de ubicación hace unos años, se encuentra ahora en la sacristía.
En la actualidad, el Antiguo Salón de Sesiones del Senado cuenta con tres arañas de bronce dorado que cuelgan en el centro del Salón. Dos de ellas, las de los extremos, son de nueve brazos colocados en dos niveles con veintisiete luces, adornados con hojas de acanto; y la gran araña central cuenta con veintiún brazos dispuestos en tres niveles con sesenta y tres luces y adornados también con hojas de acanto.
Araña central |
Araña lateral |
Estas tres lámparas, dan luz al salón desde la época en la que el Palacio era la sede del Consejo Nacional del Movimiento, no así los seis apliques que se encuentran en los intercolumnios del salón. Estos son de bronce dorado y ocho luces cubiertas cuatro de ellas con globos esféricos de cristal translúcido y las restantes por tulipas de cristal tallado en forma de flor. Sustituyen a los apliques con forma de hachero que hubo durante el período del Consejo Nacional, unos apliques de hierro y bronce que todavía pueden observarse, puesto que dos de ellos se encuentran colocados en la tribuna de público del salón.
Aplique de pared actual ubicado en el salón. |
Aplique antiguo ubicado en la tribuna de público. |
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